Cómo se construye la resiliencia comunitaria

Lecciones de líderes en la primera línea de impactos del cambio climático

Publicado 27 de junio del 2023

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Juntos con representantes de organizaciones comunitarias de primera línea, exploramos los retos y las oportunidades para aumentar la adaptación en las comunidades afectadas por el clima.

Hemos encontrado que las comunidades son capaces de aumentar su resiliencia, que se benefician de asociaciones significativas entre científicos y comunidades, y que pueden necesitar que los profesionales de la adaptación y los responsables políticos ayuden a eliminar las barreras que dificultan la soberanía y el éxito de las comunidades.

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Cómo se construye la resiliencia comunitaria

Este es una versión digital del informe. Para el resumen ejecutivo completo, baje el documento aquí PDF.

Introducción

La creación de la resiliencia a los impactos de la crisis climática en comunidades en la primera línea de los impactos climáticos requiere asociaciones entre científicos y comunidades. Estas asociaciones, y las colaboraciones que surgen de ellas, deben basarse en el respeto mutuo, la transparencia, la confiabilidad y el reconocimiento de que las prioridades de las comunidades también deben ser las prioridades de los científicos.

En los pasados cuatro años, como parte del compromiso de trabajar para adelantar la justicia racial, ambiental y climática, la Unión de Científicos Conscientes (UCS por sus siglas en inglés) se ha asociado con un grupo de representantes de organizaciones comunitarias de primera línea que enfrentan eventos cada vez más extremos debido al cambio climático.

Los representantes son Lanor Curole, administrador de United Houma Nation, Louisiana; Hilton Kelley, fundador y director de Community In-Power and Development Association Inc., Texas; Eva Olivas, directora ejecutiva de Phoenix Revitalization Corporation, Arizona; Tania Rosario Méndez, directora ejecutiva de Taller Salud, Puerto Rico; y el reverendo Leo Woodberry, director ejecutivo de New Alpha Community Development Corporation, Carolina del Sur.

Estas comunidades son ejemplos representativos, si bien no una lista exhaustiva de comunidades y localidades en Estados Unidos y sus territorios que enfrentan los impactos acumulativos de injusticias históricas y al presente, tanto raciales como económicas, en un mundo que se está calentando.

En octubre de 2022, UCS y nuestros socios nos reunimos en Baltimore, Maryland, en el Quinto Foro Nacional de Adaptación (NAF). El NAF es una conferencia en la que participan científicos, organizaciones sin fines de lucro, grupos comunitarios de primera línea, empresas y representantes del gobierno federal, así como gobiernos estatales, locales, tribales y territoriales, y el cual tiene como objetivo abordar la adaptación al cambio climático en Estados Unidos.

En este documento resumimos los impactos climáticos, las medidas de adaptación y las experiencias de resiliencia que nuestros socios compartieron como panelistas en la sesión titulada "Hacia una mayor comprensión de los desafíos y oportunidades para aumentar la adaptación en las comunidades afectadas por el cambio climático: diálogo con líderes de comunidades en la primera línea del cambio climático".

Allí vinculamos las experiencias de nuestros socios con datos, así como la literatura científica, y presentamos recomendaciones para los encargados de formular políticas públicas tanto como para profesionales en temas de adaptación.

También destacamos los desafíos, oportunidades y necesidades de las comunidades de primera línea para lograr la resiliencia climática. El objetivo de este documento es demostrar que las comunidades tienen la capacidad de construir resiliencia, se benefician de asociaciones sustanciales entre científicos y comunidades, y necesitan que los profesionales en el ámbito de adaptación tanto como los responsables de políticas públicas eliminen obstáculos para la autonomía y el éxito de dichas comunidades.

En nuestro proceso de síntesis surgieron cuatro temas: retos y oportunidades para aumentar la resiliencia en las comunidades de primera línea; desplazamiento o migración forzada; negligencia gubernamental; financiamiento y soluciones impulsadas por la comunidad.

Desplazamiento o migración forzada

Muchas comunidades en la primera línea de los impactos climáticos ya se han visto forzados a adaptarse, desarrollar resiliencia o lidiar con la posibilidad del desplazamiento o migración forzada. Como en muchas regiones de Latinoamérica, los colonizadores europeos en Estados Unidos y sus territorios despojaron de sus tierras a los pueblos indígenas (Farrell et al. 2021).

Y aunque la decimotercera enmienda constitucional—salvo algunas excepciones (Marjanovic 2023)—terminó con casi 400 años de esclavitud en Estados Unidos, a las personas libertas de raza negra no se les otorgaron tierras valiosas y productivas como a los colonos blancos. En cambio, fueron relegados a tierras de baja elevación e inhabitables, especialmente en la costa sur del país. La segregación histórica y prácticas contemporáneas como el redlining (la práctica racista, hoy día proscrita por ley, de negar préstamos hipotecarios a personas no blancas) han marginado aún más en condiciones inadecuadas e inaceptables, especialmente a las poblaciones de raza negras, latinas e indígenas, o negres, latines e indígenes en sus formas de género neutro.

"Tenemos que entender cómo llegamos a donde estamos. Al día de hoy nuestra tribu vive en la costa sureste de Louisiana. Desde el primer contacto con los europeos en los años 1600, nuestro hogar estaba al norte de Baton Rouge. A medida que más y más europeos se mudaron a Louisiana, nuestra tribu migró hacia las áreas pantanosas más bajas (del bayou). En los años 1800, el empuje final hacia esas áreas pantanosas fue cuando el último de nuestros pueblos que conocemos fue quemado por colonos europeos, quienes querían construir su propia plaza central, así como una corte de justicia. El liderato en ese momento trasladó a nuestros ciudadanos tribales a las áreas pantanosas más bajas, hacia lo que consideraba tierras inhabitables. Esa es la historia de siglos de adaptación". —Lanor Curole

"Los afroamericanos fueron liberados, pero ¿para ir a dónde? No podíamos vivir en lugares agradables o entrar en ciertos establecimientos. Nos vimos obligados a vivir en áreas bajas, y ahora, en 2022, muchos de nosotros todavía vivimos en esas áreas. Aprendimos a convivir con las inundaciones, pero ahora con más huracanes y cambio climático, las aguas están subiendo. ¿En qué momento nuestros gobiernos—federal y estatal—asumirán su responsabilidad por obligarnos a vivir en esas áreas sabiendo que desde entonces eran áreas inundables e infestadas de mosquitos?" —Hilton Kelley

Ahora que los impactos climáticos son cada vez más frecuentes, más severos y más propensos a agravarse unos por otros (Tollefson 2022), como cuando una ola de calor le sigue a un huracán o una inundación, las comunidades se ven forzadas a decidir si se van a reubicar de manera permanente. Kelley vive en Port Arthur, Texas, donde reconoce que: “Muchos de [los residentes de esta comunidad] no desean mudarse, pero para aquellos que ya no pueden luchar, que ya no tienen la voluntad porque han pasado por demasiadas tormentas. . . debemos crear una reubicación justa y equitativa”.

Los impactos climáticos no están ocurriendo solo a lo largo de la costa. Las comunidades del interior lidian con el desplazamiento debido a inundaciones, incendios forestales y suministros de agua insuficientes, y muchas personas pronto abandonarán ciertas regiones debido al calor implacable y letal (Nawrotzki et al. 2017). “Las comunidades no son desplazadas debido a eventos aislados. El contexto político del desplazamiento, por diseño, es una amenaza real para la supervivencia de nuestro movimiento de resiliencia. Y deben abordarse tomando eso en consideración ", dice Tania Rosario Méndez.

El construir la resiliencia comunitaria requiere conocer, reconocer y respetar la historia de la tierra y las personas que han tenido que soportar dificultades. La experiencia vivida a través de siglos de racismo sistémico, violencia y opresión es crucial para informar y desarrollar soluciones equitativas y justas.

Negligencia del gobierno

Desafortunadamente no faltan historias de desastres con respuestas que fueron insuficientes, inadecuadas o, en el caso de Puerto Rico, que volvieron a las personas más vulnerables a riesgos futuros.

"En los pasados cinco años, Puerto Rico enfrentó muchos desastres, incluidos dos huracanes de categoría 5, terremotos, fuertes lluvias, marejadas ciclónicas, así como una pandemia. Estos eventos ocurrieron durante una recesión económica mientras sufrían bajo medidas de austeridad fiscal, así como un contexto político de corrupción y de mal gobierno. Como resultado, entre la población hay una falta general de confianza en la capacidad de los gobiernos federal y territorial para responder de manera eficaz a los desastres, porque en lugar de desempeñar su rol esencial, son un obstáculo enorme". —Rosario Méndez

La misión de la Agencia Federal para el Manejo de Emergencias (FEMA, por sus siglas en inglés) es ayudar a las personas antes, durante y después de los desastres. Sin embargo, los procesos burocráticos que vienen con esta ayuda a menudo no sirven a las personas que más lo necesitan. Esto retrasa el alivio o deja a personas viviendo en remolques de la agencia FEMA de manera indefinida, lo cual a menudo impone cargas adicionales a las personas que ya están sufriendo. El enfoque de respuesta a desastres que adopta el gobierno es el primer obstáculo (Reinke y Eldridge 2020).

"El modelo tradicional [estadounidense] es muy paternalista: el sistema dice 'cuidamos de ti y tomamos decisiones por ti'. Simplemente se ve de manera muy diferente en nuestro sistema tribal, donde al momento que alguien asume una posición de poder, está allí al servicio de la comunidad. Su papel es el de realmente ser servidores de la comunidad", dice Curole.

A menudo los socorristas que vienen de afuera de la comunidad y aquellos con poder de toma de decisiones pueden no entender o respetar las necesidades de las personas. Después del huracán Ida, se les pidió a los miembros de United Houma Nation que se sentaran y esperaran pacientemente durante horas en el calor, después de haberlo perdido todo, para poder entrevistarse con FEMA hasta que Curole, en su función de administradora tribal intervino y propuso un proceso más efectivo y humanitario para brindar a la gente el espacio y tiempo para procesar lo sucedido. Después de un huracán en Carolina del Sur, la comunidad del reverendo Leo Woodberry necesitaba pañales con urgencia, pero estos artículos no se incluyeron en los suministros de emergencia recibidos a través de los esfuerzos federales en casos de desastre. Este fracaso refleja una desconexión entre lo que se necesita y lo que personas ajenas al desastre piensan que se necesita.

Además, Kelley ha sido testigo de discriminación por parte de los socorristas federales de emergencia y los proveedores de ayuda en casos de desastre, una observación documentada muy frecuentemente (Rodríguez-Díaz y Lewellen-Williams 2020). Debido a la segregación y el desplazamiento, las estructuras en algunas comunidades ya están valuadas por debajo de su verdadero valor monetario. Además, cuando ocurre un desastre y se destruyen hogares, las personas que viven en áreas vulnerables no reciben una valoración justa de los daños, lo que contribuye a la falta de recursos financieros para mantener a flote a una comunidad (Billings, Gallagher y Ricketts 2022; Willison et al. 2019). Kelley enfatiza que esto mantiene a las personas sumidas en condiciones de vida deficientes y sin la oportunidad de reconstruir de manera segura o alejarse del peligro debido a la falta de capital financiero y otros recursos.

Kelley dice: "Tenemos mucho trabajo por hacer juntos para que FEMA evalúe nuestras casas después de una inundación y nos compense de manera justa para reconstruir, lo cual es algo que muchas personas quieren hacer. No todos pueden abandonar la zona costera".

Para los grupos indígenas, la soberanía tribal y el reconocimiento por parte del gobierno de Estados Unidos afectan su autoridad y capacidad para proteger sus pueblos. La United Houma Nation ha sido una tribu reconocida por el estado de Louisiana desde 1977. En la década de 1970, la tribu comenzó un proceso para obtener reconocimiento federal que se supone tomaría 18 meses. Décadas más tarde, todavía están luchando por ello. La falta de reconocimiento les impide ejercer sus derechos, así como representar a la tribu en los espacios de toma de decisiones y proteger su soberanía tribal. Esta demora burocrática impone retos injustos a la tribu; dichas barreras deben ser eliminadas para que la comunidad pueda desarrollar resiliencia.

Las comunidades necesitan recursos para cubrir sus necesidades básicas, ayuda externa para la limpieza y reconstrucción, así como asistencia para mantener a las personas a salvo después de un desastre. Los líderes de respuesta ante desastres deben priorizar las necesidades de la comunidad, y buscar la orientación de líderes comunitarios. Además, los líderes de respuesta deben evitar crear dificultades adicionales. "Los desastres no son naturales. Los eventos son naturales. Los desastres son políticos. Por lo tanto, siempre hay personas responsables", afirma Rosario Méndez.

Desastres como los experimentados por Rosario Mendéz son consecuencias de las decisiones tomadas por aquellos con poder de toma de decisiones (Sen 1982). Dichas decisiones han privado a las comunidades en la primera línea de los recursos necesarios para evitar lo peor de los eventos naturales y las han hecho vulnerables. Afortunadamente, esto está provocando un cambio: en respuesta a tales prácticas dañinas en el manejo de desastres, la Dra. Samantha Montano fundó la organización Disaster Researchers for Justice (DRJ) para facilitar el que los catedráticos trabajen juntos para cumplir con su "obligación moral de trabajar por la justicia" (DRJ sin fecha).

Para proteger a las personas hoy y reducir los impactos del cambio climático a futuro, contamos con soluciones impulsadas por la comunidad en base a la ciencia. Lo que necesitamos es la voluntad política y la acción de los funcionarios electos en todos los niveles de gobierno para implementar estas soluciones. "Hemos sido impactados por la crisis climática durante décadas. Ahora estamos al filo de una emergencia climática porque todos los días en este país hay algún impacto climático. ¿Qué sucede cuando estás en crisis y no respondes? Bueno, se convierte en una catástrofe". —Reverendo Woodberry

Financiación

Construir la resiliencia requiere dinero. Lo bueno es que cada dólar invertido en mitigación de riesgos puede resultar en un ahorro de seis dólares en costos de respuesta a desastres (Multi-Hazard Mitigation Council 2019). Lo malo es que las comunidades con mayor necesidad no reciben este tipo de inversiones para la reducción del riesgo previo a desastres, lo que resulta en que les llegue muy poco (y lo que reciben llega demasiado tarde) después de ocurrido el desastre (Shi y Moser 2021). Para las organizaciones comunitarias, los procesos de financiamiento y filantropía son complejos y a menudo requieren una gran cantidad de trabajo para obtener relativamente pocos recursos económicos.

Eva Olivas de Phoenix Revitalization Corporation (PRC) identifica varios de los desafíos que enfrenta como directora ejecutiva de una organización comunitaria pequeña. Por un lado, las subvenciones a menudo no incluyen dinero para gastos esenciales como el alquiler y la electricidad. También es fundamental garantizar que el personal reciba salarios dignos y que los salarios sean lo suficientemente competitivos como para atraer a las personas mejor capacitadas. Sin embargo, sobre el proceso de subvención, Olivas dice: "Es como si esperaran que le pagaras en migajas a tu personal, pero necesitamos personal capacitado para poder hacer nuestro trabajo".

Las organizaciones más grandes tienen equipos de trabajo con recursos totalmente adecuados, escritores especializados en becas de subvenciones e infraestructura para solicitar y obtener fondos sustanciales que incluyen costos generales. PRC, sin embargo, no cuenta con un escritor de subvenciones en su personal. Olivas ocupa su tiempo en esto, además de los muchos otros roles que ocupa. Además, las subvenciones a menudo se otorgan por un período de un año. Ella argumenta que la financiación debe otorgarse por ciclos de tres a cinco años para que un premio valga el tiempo invertido para solicitarlo.

Además, las organizaciones comunitarias necesitan recursos para poder solicitar fondos federales y estatales de resiliencia y eliminar las barreras que dificultan su acceso. Las organizaciones grandes, con más recursos y, a menudo, históricamente lideradas por blancos (incluida UCS) pueden obtener grandes cantidades de fondos, mientras que los grupos comunitarios luchan por obtener fondos para su trabajo esencial. Los grupos comunitarios han denunciado durante mucho tiempo estas desigualdades en financiación. Las organizaciones grandes deben hacer más para canalizar parte de sus fondos hacia la justicia ambiental y a las organizaciones de base comunitaria, y más importante, deben ayudar a construir relaciones directas entre los financiadores y las organizaciones comunitarias para no actuar como meros otorgantes o intermediarios de los fondos.

Woodberry llama a estas asignaciones de reconcesión "migajas de Hansel y Gretel" porque desaparecen rápidamente para cubrir los costos administrativos y generales. El reverendo nota que las organizaciones comunitarias como la suya son capaces de recibir subvenciones más grandes y tomar sus propias decisiones de contratación para implementar y cumplir con los requisitos de la subvención. Kelley también pide un mayor apoyo para las organizaciones sin fines de lucro en primera línea que luchan contra estos problemas. Las organizaciones comunitarias necesitan urgentemente oportunidades para obtener subvenciones más sustanciales, y estos premios deben otorgarse directamente a ellas.

Soluciones impulsadas por la comunidad

Las personas en las comunidades son expertas en sus propias experiencias y no necesitan tener títulos científicos para demostrar su conocimiento. Los miembros de la comunidad saben cómo las inundaciones, los huracanes, los incendios, la sequía y el calor afectan a su gente, y saben cómo llegar a las personas de la comunidad más vulnerables (por ejemplo, personas mayores, discapacitadas, sin vivienda, etc.). Las comunidades ya están haciendo el trabajo para construir resiliencia a pesar de los recursos limitados y las barreras.

Un desafío común para las comunidades de primera línea es cuando expertos técnicos que no son de la comunidad realizan evaluaciones sin los aportes ni la colaboración de los miembros de dicha comunidad. Hay una larga trayectoria histórica en el que la ciencia y los científicos han causado daños en comunidades y sus poblaciones (Bergeron 2021; Nelson 2019). Sin embargo, cuando se hace bien, los científicos pueden ser buenos socios junto con los miembros de la comunidad y utilizar la ciencia para hacer un cambio positivo. Un ejemplo son las asociaciones que llevaron a la creación de este documento (ver UCS sin fecha para más información sobre cómo abordar la inequidad racial a través de la ciencia). Comoquiera que se dé el proceso, el mismo debe ser en base a la colaboración y creación conjunta con miembros de comunidades.

Curole da un ejemplo de cómo la experiencia técnica sin aporte ni colaboración local ha sido problemática: el análisis de costo-beneficio en United Houma Nation subvalúa sus viviendas y conduce a tomar decisiones sobre si una persona o un lugar es "digno de ser salvado". El pueblo Houma valora los activos en sus comunidades de manera diferente al sistema o al status quo, por lo cual cualquier evaluación sin la participación de la comunidad no refleja sus valores y prioridades. La solución es construir asociaciones significativas con las personas de la comunidad basadas en la confianza, la transparencia y la colaboración (Fernandez-Bou et al. 2021).

Rosario Méndez lo resume perfectamente: "No es lo mismo tener participación que tener capacidad de decisión. No queremos ser ‘escuchadas’; queremos informar puntualmente las políticas públicas y la asignación de recursos. Y eso no es lo mismo". Los pueblos indígenas y las comunidades locales han sufrido durante mucho tiempo por no tener lugar en la mesa de toma de decisiones relacionadas con los impactos climáticos. Deben ser capaces de representarse a sí mismos en igualdad de condiciones con otros actores políticos para que sus experiencias, sistemas de conocimiento y tradiciones culturales contribuyan a las estrategias de resiliencia colaborativa (Morel et al. 2022).

El tema de la generación de electricidad en Puerto Rico representa lo que sucede cuando las soluciones no se basan en prioridades locales y fallan a la hora de servir a la comunidad. Rosario Méndez dice: "En Puerto Rico, tienes toda la generación de electricidad en el sur. Así que tenemos a las comunidades en el sur enfrentando la contaminación, cuando las personas que más necesitan la electricidad están en la parte norte de la isla. Y luego, cuando tienes una red de energía eléctrica que colapsa, la solución está demasiado lejos de ciertas comunidades, por lo que se convierten en bolsillos…de verdad, se llaman 'comunidades de bolsillo', que son olvidadas [por su tamaño tan pequeño]". Ella hace hincapié en que las soluciones deben ser descentralizadas y más flexibles para servir mejor y de manera que atiendan las necesidades puntuales de las comunidades.

Este problema generalmente se puede resolver, al menos parcialmente, si involucramos a los miembros de la comunidad en la identificación de soluciones, pero los miembros de la comunidad también han tomado cartas en el asunto. El reverendo Woodberry dice: "Ya no podemos esperar a que el gobierno federal, las corporaciones, los servicios públicos y otros encuentren las soluciones que necesitamos. En su lugar, deletreamos "IRON (hierro en inglés)": Implementación con Resolución, mediante la creación de Oportunidades y el uso de enfoques Novedosos. Si miramos la historia de este país, nos damos cuenta de que muchos problemas han sido resueltos por personas que han trabajado juntas desde abajo. Tenemos que darnos cuenta de que nos toca a todos y cada uno de nosotros trabajar en este tema. No importa quiénes seamos, todos tenemos que unirnos, o de lo contrario todos nos hundiremos y moriremos juntos. Es hora de marcar el comienzo de la era de la voluntad de HIERRO".

SOLUCIONES LOCALES A DESAFIOS UNICOS EN LA CONSTRUCCION DE RESILIENCIA

Al escuchar a los líderes comunitarios, podemos aprender mucho sobre sus prioridades y cómo están abordando sus desafíos. Por ejemplo, en Florence, Carolina del Sur, donde las inundaciones son una gran preocupación, la organización del reverendo Woodberry ha invertido en varios proyectos para aumentar la resiliencia de la comunidad. El Proyecto de Humedales, conocido en inglés como Wetlands Project, incluye la construcción de un centro de resiliencia donde los jóvenes puedan aprender oficios y horticultura.

El centro tendrá un jardín comunitario y un vivero de árboles para ser utilizados en la restauración de los márgenes de los ríos, lo cual podrá aumentar la protección contra inundaciones. También han instalado un sistema piloto de captura y filtración de agua en base a energía solar para proporcionar agua de manera sostenible a la comunidad. Otras soluciones que la comunidad ha desarrollado e implementado incluyen capacitación de la fuerza laboral, monitoreo de la calidad del aire, pruebas de calidad del agua, kits de energía solar para ayuda durante desastres, bicicletas eléctricas que funcionan con energía solar, estaciones de carga de vehículos eléctricos, puntos de acceso a internet móvil y la instalación de avances modernos en eficiencia energética.

En Phoenix, Arizona, Phoenix Revitalization Corporation cultiva el liderazgo local a través de su programa de Embajadores de Conocimiento en Vecindarios (W.I.N. por sus siglas en inglés). A través de este programa, reclutan y capacitan entre 20 y 24 residentes locales de entre los vecindarios del distrito de planeación Central City South para informar el plan de Calidad de Vida de Central City South. El plan fomenta la creación de vecindarios seguros y sostenibles y aborda temas como el transporte, la salud, la vivienda y la recreación, rubros en los cuales el calor extremo plantea riesgos adicionales para la salud y el bienestar.

En Port Arthur, Texas, donde la calidad del aire y el calor extremo son los principales problemas climáticos, además de abogar por cambios legislativos y fiscalizar las operaciones industriales, la organización de Kelley monitorea la calidad del aire a través de muestreo y análisis. También ofrece una variedad de servicios a la comunidad, desde oportunidades educativas hasta ayuda con organización comunitaria.

En la United Houma Nation, la pérdida del territorio debido al aumento del nivel del mar y los impactos de los huracanes son tema de preocupación. La administración tribal mantiene una lista de todos los miembros tribales y ofrece asistencia inmediatamente después de un desastre para aquellos que la necesitan. Contar con los recursos para la atención comunitaria es importante, al igual que tener la capacidad de obtener fondos para la implementación de medidas de adaptación y apoyar prácticas sostenibles y culturales acordes con su acervo cultural. El acervo cultural–el cual incluye el conocimiento indígena y las prácticas tradicionales—si bien está en riesgo debido a los impactos climáticos, también es un valiosísimo caudal de medidas para crear resiliencia. Mantener la cultura y los estilos de vida es tan importante como proteger la tierra y preservar el acceso a agua potable (Kassam et al. 2021).

En Loíza, Puerto Rico, antes del huracán María, Taller Salud veía el acceso a la vivienda segura como necesario para apoyar el proceso de sanación de las víctimas de violencia doméstica y no como una necesidad básica que estando ausente pone en peligro la vida de las mujeres puertorriqueñas, particularmente las mujeres puertorriqueñas de raza negra. En este sentido el huracán hizo que Taller Salud abarcara problemas que ya estaban posicionadas para abordar. Su enfoque inmediato se convirtió en salvar vidas afectadas por el evento.

Recolectaron alimentos, agua y artículos de primera necesidad, visitando refugios para identificar necesidades especiales entre varios grupos, por ejemplo, mujeres que fueron víctimas de violencia doméstica. Organizaron brigadas para recolectar y distribuir alimentos mientras esperaban rescates y ayuda del gobierno que nunca llegaron. La comunidad asumió ese trabajo y rescató a sobrevivientes y personas en cama en barcas de pesca, embarcaciones personales y kayaks.

RECOMENDACIONES PARA LOS RESPONSABLES DE LA FORMULACION DE POLITICAS PÚBLICAS

  • Establecer comunicación con líderes comunitarios e identificar a los miembros de la comunidad más vulnerables a los impactos climáticos y a quienes su política busca beneficiar e involucrarlos en el proceso.
  • Reducir las barreras para acceder a fondos federales, estatales y locales, simplificando los procesos para las organizaciones comunitarias de justicia ambiental y de primera línea con escasos recursos.
  • Respetar la soberanía tribal.
  • Garantizar una evaluación justa y equitativa de los daños después de un desastre, involucrando a los miembros de la comunidad en el proceso.
  • Revisar y mejorar las políticas de recuperación de desastres, incluido el despliegue de ayuda y recursos y la implementación de acciones de recuperación para no perpetuar el daño a quienes más necesitan ayuda.
  • Destinar más fondos, en adición a los niveles establecidos por la Iniciativa Justice40, concretamente para la recuperación y el desarrollo de la resiliencia de las comunidades de justicia ambiental (White House 2022).
  • Asegurar que las comunidades, inclusive de los miembros marginados, tengan representación en los procesos de toma de decisiones para la ubicación y construcción de nuevas instalaciones e infraestructura que puedan afectar negativamente su bienestar y medios de vida.

RECOMENDACIONES PARA LOS PROFESIONALES DE LA ADAPTACIÓN

  • Tratar de comprender las barreras políticas y socioeconómicas, así como las barreras creadas por el racismo estructural, que obstaculizan el éxito de las comunidades, solidarizándose con estas comunidades para eliminar dichas barreras (por ejemplo, la falta de reconocimiento federal de United Houma Nation).

  • Priorizar la participación de la comunidad en las decisiones de un proyecto para garantizar una representación sustancial desde el inicio hasta el final, reconociendo y actuando según el principio de que informar a los miembros de la comunidad no es suficiente.

  • Asegurar que los esfuerzos de un proyecto se centren en las prioridades de las comunidades e incluyan valores culturales e históricos, así como respetar y aprender de las experiencias vividas por la comunidad.

  • Colaborar con grupos comunitarios de escasos recursos para ayudarlos a obtener fondos, inclusive de la capacidad de otorgar subvenciones y de someter solicitudes de asistencia de desastre.

  • Colaborar para escribir un memorándum de entendimiento, según corresponda cuando trabaje con socios, para definir claramente los roles, las expectativas, los detalles financieros y quién tendrá acceso a datos y resultados.

  • Respetar la soberanía tribal y trabajar con el liderato tribal cuando sus proyectos estén en o cerca de tierras tribales, o tengan impactos en las comunidades tribales.

  • Incluir componentes de educación y divulgación para que las comunidades y sus miembros tengan más conocimiento antes de pedirles que aporten ideas y tomen decisiones sobre los problemas.

Conclusión

Está muy claro que tenemos las soluciones científicas que necesitamos para limitar el calentamiento global y aumentar la resiliencia a sus impactos. La barrera es la falta de voluntad política. Las comunidades no están esperando a que los responsables de las políticas públicas se pongan al día; por el contrario, lideran esfuerzos para construir la resiliencia climática e implementar proyectos locales para poder prosperar en los lugares que aman. Sin embargo, las comunidades necesitan recursos federales y estatales para invertir en las soluciones para los resultados que desean lograr. Si bien debemos movernos rápidamente para promulgar soluciones justas y equitativas a la crisis climática, debemos avanzar de una manera basada en principios y no utilizar la urgencia como excusa para fallar en desarrollar soluciones inclusivas y lideradas por la comunidad, ya que ambas son esenciales para el éxito.

RECONOCIMIENTOS

Este artículo fue posible gracias al generoso apoyo de la Fundación Barr, la Fundación Farvue, la Fundación MacArthur, la Fundación Scherman y los miembros de UCS. Los autores desean dar las gracias a Adrienne Hollis, PhD y JD, ex-Científica Sénior de Justicia Climática y Salud de UCS. Sin sus aportaciones, este trabajo no hubiera sido posible. Actualmente, la Dra. Hollis ejerce como Vicepresidenta de Justicia Medioambiental, Salud Pública y Revitalización Comunitaria del National Wildlife Federation.

Este es una versión digital del informe. Para el resumen ejecutivo completo, baje el documento aquí PDF.

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Cita

Caldas, Astrid, Lanor Curole, Juan Declet-Barreto, Hilton Kelley, Eva Olivas, J. Pablo Ortiz-Partida, Alicia Race, Tania Rosario Méndez, Reverend Leo Woodberry, 2023. Cómo se construye la resiliencia comunitaria: Lecciones de líderes en la primera línea de impactos del cambio climático. Cambridge, MA: Union of Concerned Scientists. https://www.ucsusa.org/recursos/como-se-construye-la-resiliencia-comunitaria

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