Demasiado caluroso como para trabajar

Análisis del riesgo que representa el cambio climático para personas que trabajan al aire libre

Publicado 17 de agosto del 2021

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Los trabajadores al aire libre se están exponiendo a un riesgo mortal con más frecuencia que nunca: la intensificación del calor extremo.

A medida que el cambio climático traiga década tras década de calor récord, estos trabajadores podrían enfrentar más a menudo una situación imposible: tener que elegir entre arriesgar sus vidas para ir a trabajar o sus sueldos para mantenerse a salvo del calor.

Si no tomamos acción contra el cambio climático, el calor extremo podría hacer que decenas de millones de trabajadores al aire libre en EE. UU. se arriesguen a perder de sus ingresos un total de $55.4 mil millones cada año para mediados de siglo, según un análisis de la Unión de Científicos Conscientes, UCS por sus siglas en inglés.

Incluso con una acción audaz para limitar las emisiones, los trabajadores al aire libre enfrentarían riesgos severos y crecientes por el calor extremo.

Con sistemas económicos y legales que rutinariamente descartan la salud y seguridad de estos trabajadores, aquellos que trabajan en ocupaciones al aire libre tienen poco o ningún recurso para defender sus derechos. Los legisladores y los empleadores deben actuar ahora para protegerlos.

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Demasiado caluroso como para trabajar

Esta es una versión resumida del informe que está disponible únicamente en línea. Puede acceder a todas las figuras y el informe completo al descargar la PDF.

La pandemia del COVID-19 puso de relieve las debilidades y grandes diferencias en las protecciones que se ofrecen a los trabajadores en Estados Unidos. A lo largo y ancho del país, millones de personas perdieron sus trabajos o fueron suspendidos sin paga, lo que puso en duda lo que sería su condición financiera, presente y futura. Y mientras aquellos que pudieron trabajar desde casa redujeron así su exposición al COVID-19, los trabajadores en muchas ocupaciones al aire libre fueron catalogados como esenciales. Al realizar sus tareas diarias enfrentaron el riesgo de infectarse, de enfermarse e incluso morirse, tanto ellos como sus familiares, mientras sembraban y cosechaban los alimentos que llenan nuestros platos, o respondiendo a emergencias comunitarias, dando mantenimiento a nuestros caminos y líneas férreas o entregando mercaderías que las tiendas no podían vender porque estaban cerradas.

El reciente coronavirus es el más reciente en sumarse a la larga lista de peligros laborales que enfrentan los trabajadores al aire libre. Cada verano los aproximadamente 32 millones de trabajadores al aire libre—entre los que se encuentran, por ejemplo, trabajadores de la construcción, trabajadores agrícolas, y personal de respuesta a emergencias—encaran una cruel disyuntiva: arriesgarse la salud al exponerse al calor excesivo o arriesgarse a perder el trabajo si optan por quedarse en casa.

Trabajadores de la construcción sentados al sol

El riesgo de morir por exposición al calor excesivo de quienes trabajan al aire libre en Estados Unidos es 35 veces mayor que el de la población en general. (Gubernot, Anderson, and Hunting 2015). El cambio climático causa que los días de calor extremo sean más frecuentes e intensos; como consecuencias la cantidad de horas y días en que el trabajo al exterior sea peligroso aumentará aún más, a menos que los empleados y empleadores estén dispuestos y puedan adaptarse a estas cambiantes condiciones. Incluso con adaptaciones al cambio climático los trabajadores al aire libre podrían verse obligados a elegir entre su salud y el sueldo.

Asimismo, la diferencia en la exposición al calor excesivo entre los trabajadores al aire libre y el resto de la población profundiza las desigualdades sociales, económicas y de salud existentes. Dada la representación des-proporcionada de afroamericanos e hispanos/latinos en ocupaciones al aire libre las pérdidas de ingresos debidas al cambio climático podrían exacerbar las desigualdades en el cuidado de la salud, tasas de pobreza y movilidad económica, todo lo cual ha sido el resultado de siglos de racismo sistémico.

Este informe de la Unión de Científicos Conscientes (UCS) sobre las pérdidas previstas en días laborales no peligrosos y de sueldo combina las proyecciones de días de calor excesivo a nivel de condado de nuestro análisis “Calor Fatal” del 2019 con datos del censo de Estados Unidos, a nivel de condado, del número de personas em-pleadas en ocupaciones predominantemente al aire libre, el tipo de trabajo que realizan y cuánto ganan (Dahl et al. 2019a; Dahl 2019b; US Census Bureau 2018).

Calculamos, para cada condado, los días laborales perdidos y los sueldos en riesgo a futuro debidos al cambio climático, usando las recomendaciones de los Centros para el Control y Prevención de Enfermedades, (CDC por sus siglas en inglés), que recomiendan que se reduzca el trabajo al aire libre basado en las condiciones de temperatura y humedad.

Según nuestro análisis, para mediados del siglo, con acción lenta o inexistente para reducir las emisiones globales que atrapan el calor, el aumento en la intensidad, la frecuencia y del alcance geográfico del calor extremo podría triplicar o cuadruplicar la exposición de las personas que trabajan al aire libre a días de en que la sensación térmica marcaría, por encima de los 100°F, punto en el cual los CDC recomiendan reducciones en la cantidad de horas laborables.

Dependiendo de la trayectoria de las futuras emisiones que atrapan el calor, 55,4 millones de dólares en sueldos de los trabajadores al aire libre estarían en riesgo anualmente para mediados del siglo, con implicaciones para los trabajadores, los empleadores y la economía del país. Sin acción alguna para reducir las emisiones, más de 7,1 millones de trabajadores estadounidenses verían en riesgo por lo menos 10 por ciento de sus sueldos anuales debido al calor extremo. Y estas pérdidas aumentarían a medida que el calentamiento incremente más allá de mediados de siglo. Si la acción para reducir las emisiones que se tome es lenta, en lugar de la inacción, las pérdidas potenciales serían mucho menores, pero demasiado cuantiosas: alrededor de un cuarto de millón de trabajadores estarían expuestos a tales pérdidas de sus sueldos.

¿Quiénes trabajan al aire libre?

El análisis de la UCS se basó en datos del censo para cuantificar el número de personas empleadas en categorías ocupacionales en las cuales dos tercios o más de esos trabajos exigen trabajar al aire libre (Tabla 1) (BLS n.d.)

Con estos datos la UCS identificó los ingresos y el perfil demográfico de quienes trabajan al exterior. Los hombres representaron el 83 por ciento de estos trabajadores. Los afroamericanos y las personas negras, hispanas y latinas están representados de manera desproporcionada en esta fuerza laboral: más del 45 por ciento de los trabajadores al aire libre fueron identificados como afroamericanos y personas negras, hispanas y latinas a pesar de conformar alrededor del 32 por ciento de la población en general (US Census Bureau 2018; BLS n.d.)

Los ingresos típicos de algunas ocupaciones al aire libre (servicios de protección, por ejemplo) superan la media nacional de ingresos. Sin embargo, muchos otros trabajadores al aire libre ganan menos. Por ejemplo, quienes trabajan en la construcción, en la limpieza de terreno y personal de mantenimiento ganan en promedio 43 por ciento menos que la fuerza laboral de Estados Unidos en su totalidad.

Expuestos y desprotegidos

Aun sin tomar en cuenta el cambio climático, la legislación actual y las regulaciones relacionadas con la exposición al calor no son suficiente para proteger a los trabajadores. Si bien el efecto del calor sobre la salud depende de muchos factores, la Administración de Seguridad y Salud Ocupacional (OSHA) recomienda que los empleadores implementen medidas de precaución cuando la sensación térmica supere los 90°F (OSHA n.d.)

Además, los CDC recomiendan que se reduzca el horario de trabajo cuando la “temperatura ajustada” (aproxi-madamente equivalente a la sensación térmica) suba a entre los 100°F y los 108°F. Por encima de los 108°F, el trabajo al aire libre debería ser cancelado o reprogramado porque el efecto sobre la salud es tan grave (Jacklitsch et al. 2016).

Con todo, en la mayoría de los estados estas son solamente recomendaciones, es decir, son voluntarias. So-lamente California y el estado de Washington han establecido criterios de protección para los trabajadores al aire libre con carácter permanente y obligatorio por ley federal o estatal. Hay factores adicionales, como barreras lin-güísticas, falta de cobertura de seguros médicos y el temor a ser deportado, que agravan la falta de estándares de protección y dejan a los trabajadores que sufren enfermedades relacionadas con el calor o enfermedades laborales sin recurso legal.

Descubrimientos e implicaciones

LA EXPOSICIÓN AL CALOR EXTREMO AUMENTA EN TODO EL PAIS

Con una acción lenta o inexistente para reducir las emisiones globales y sin cambios en el número de trabajadores al aire libre, se triplicaría o cuadruplicaría la exposición de estos trabajadores a días con la temperatura sobre los 100°F para mediados del siglo (Tabla 2).

Para calcular el aumento en cada condado, la UCS multiplicó el número de días con sensación térmica sobre los 100°F por el número de trabajadores al aire libre y obtuvo como resultado las cifras condado por condado de *personas/días por año”. Las próximas tres décadas, el período que cubren nuestras proyecciones para mediados de siglo, representan casi la carrera entera de un joven adulto que ingresa hoy en día a la fuerza laboral. Es decir que se anticipa que estos trabajadores enfrentarán en el curso de su vida laboral condiciones más peligrosas, así como como un costo creciente deducible de sus ingresos. Considerando que los trabajadores afroamericanos e his-pano/latinos forman parte desproporcionada de la fuerza laboral al aire libre en Estados Unidos, predecimos que en sus trabajos estarán desproporcionadamente expuestos al calor extremo. Por ejemplo, en California, donde más del 90 por ciento de los trabajadores del agro son hispano/latinos, ocurrirían 17 días más por año con una sensación térmica sobre los 100°F para mediados de siglo si no se toma ninguna acción contra el cambio climático.

En el caso de muchos de los trabajadores al aire libre y sus empleadores este aumento frecuente en calor extremo reduciría de manera sustancial el número de días laborales no peligrosos por año. El análisis reveló que cerca de 3 millones de trabajadores al aire libre en Estados Unidos ya han experimentado el equivalente a siete o más días laborales peligrosos por año debido al calor extremo. Hoy son relativamente pocos los trabajadores que cuentan con protecciones garantizadas en vista de estas condiciones peligrosas. Para mediados de siglo, en un año promedio, 14 millones de trabajadores al aire libre podrían experimentar ese número de días o más de trabajo peligrosos si emprendemos una acción lenta para reducir las emisiones globales.

Si no se emprende ninguna acción para reducir las emisiones, este número subiría a 18,4 millones de traba-jadores al aire libre y afectaría a más de 60 por ciento de todos los condados de Estados Unidos contiguos. Estas horas laborales peligrosas o pérdida de horas laborales podrían provocar serios problemas de salud y cuantiosas pérdidas de ingresos para los trabajadores, pérdidas substanciales de productividad para los empleadores y una potencial interrupción de los servicios y entrega de productos para las familias y sus comunidades que les propor-cionan los trabajadores al aire libre.

La pérdida de las ganancias agravaría la desigualdad económica en muchas comunidades de razas y etnias marginadas. En Nevada, por ejemplo, casi un tercio de los trabajadores afroamericanos empleados en trabajos al aire libre correrían el peligro de perder ingresos como resultado del calor extremo.

Esta es una versión resumida del informe que está disponible únicamente en línea. Puede acceder a todas las figuras y el informe completo al descargar la PDF.

Cita

Dahl, Kristina, Rachel Licker. 2021. Demasiado caluroso como para trabajar: Análisis del riesgo que representa el cambio climático para personas que trabajan al aire libre. 2021. Cambridge, MA: Unión de Científicos Conscientes. https://doi.org/10.47923/2021.14236

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