¿Pone en duda el tiempo frío al cambio climático?

No, en absoluto. La Tierra se está calentando rápidamente, pero a veces hace frío.

Publicado 3 de febrero del 2022

Autos cubiertos de nieve
PHOTO: VADYM ZAITSEV/SHUTTERSTOCK
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Durante años, tanto los observadores casuales como comentaristas anti-científicos han apuntado a las nevadas y las temperaturas bajas para cuestionar la realidad científica del cambio climático inducido por las y los seres humanos. Fuera de contexto, esta información se ha utilizado para difundir desinformación errónea y oculta el trabajo de las y los científicos para descubrir cómo el cambio climático afecta los patrones climáticos durante todo el año.

¿Existe en realidad el calentamiento global?

Sin duda alguna. El calentamiento global se refiere a una tendencia al alza en las temperaturas medias globales. Las agencias federales, las universidades, las evaluaciones climáticas más recientes y los centros de investigación de todo el mundo han concluido que la Tierra se está calentando. Esa conclusión se basa en datos concretos, como lo son las mediciones de temperatura en la tierra y el agua en todo el mundo durante más de un siglo.

Las temperaturas medias globales en el año 2020 fueron 1,76 grados Fahrenheit (0,98 grados Centígrado) más cálidas que en el período base 1901-2000, según investigadores de la Administración Nacional Oceánica y Atmosférica (NOAA, por sus siglas en inglés). El mundo acaba de terminar la década más calurosa que jamás se ha registrado.

¿Qué está causando el calentamiento que se está observando? El factor principal es el aumento de las emisiones que atrapan el calor en la atmósfera que se produce cuando quemamos carbón, petróleo y gas para generar electricidad, conducir nuestros automóviles y operar nuestros negocios.

0,17M-0,2M millas cuadradas

La extensión de la superficie del hielo marino del Ártico ha disminuido en esta cantidad cada década, aproximadamente el doble de la extensión territorial de Nevada.

¿Y qué de toda esta nieve? ¿No deberían las temperaturas más cálidas evitar que se forme?

A pesar de que el planeta en general se esté calentando, la nieve y el clima frío todavía ocurren, particularmente en elevaciones y latitudes altas. Pero eso no refuta el calentamiento global.

Para comprender esto, es útil diferenciar entre el tiempo (lo que está sucediendo afuera en este momento) y el clima, que es el patrón del tiempo medido durante un período de décadas.

Los patrones meteorológicos invernales del hemisferio norte se componen de una interacción compleja entre las condiciones de la atmósfera superior en las regiones polares y las condiciones en latitudes medias en los océanos y la superficie terrestre.

A lo largo de una década, los brotes de frío pueden traer condiciones invernales más frías de lo normal en latitudes más bajas. Al mismo tiempo, los brotes cálidos en latitudes más altas traen temperaturas más cálidas de lo normal, y estas ocurren simultáneamente. Por ejemplo, una cosecha de cítricos en Texas pudiera congelarse mientras que las temperaturas para una carrera de trineo de perros en Alaska estén por encima del punto de congelación en la línea de salida. El cambio climático tiene implicaciones potenciales para muchos de estos factores, como por ejemplo el calentamiento del Ártico, la corriente en chorro polar, el vórtice polar y las condiciones oceánicas como El Niño o La Niña en el Océano Pacífico. Por lo general, el cambio climático hace que el clima extremo y errático sea más probable y, en algunos casos, más severo.

La conexión entre el Ártico y los fenómenos meteorológicos más extremos

Los científicos investigan la conexión entre los cambios en la región polar ártica y los fenómenos meteorológicos más extremos en las latitudes medias. Lo que están descubriendo puede ayudar a explicar algunos casos de tiempo frío extremo y nieve.

En el Ártico, el hielo marino y los glaciares están retrocediendo y la temperatura del permafrost—cualquier terreno que permanece completamente congelado, por debajo de 32 °F (0 °C), durante al menos dos años seguidos—está aumentando. Estas tendencias reflejan la "amplificación polar", lo que significa que los aumentos de temperatura son más altos que los promedios globales. Muchas condiciones no tienen precedentes, como por ejemplo el ritmo récord de la pérdida de hielo marino del Ártico.

El Quinto Informe de Evaluación del Panel Intergubernamental sobre el Cambio Climático (IPCC), o AR5, establece que la extensión de la superficie del hielo marino del Ártico ha disminuido por 0,17 millones de millas cuadradas a 0,2 millones de millas cuadradas (aproximadamente el doble de la extensión territorial de Nevada) por década, cambios considerados sin precedentes en al menos los últimos 1.450 años. La extensión mínima del hielo marino registrada en el verano de 2020 fue la segunda más baja observada desde 1979, cuando comenzaron las observaciones por satélite.

El vórtice polar, la corriente en chorro y El Niño

El vórtice polar, o corriente en chorro estratosférico, es una gran área de aire frío y de baja presión que rodea ambos polos de la Tierra. La expansión y el desplazamiento del vórtice polar hacia otras latitudes ocurre con regularidad durante el invierno.

Debido en gran parte a la amplificación ártica, el comportamiento del vórtice polar ha cambiado en las últimas décadas. Esto, a su vez, puede influir en la corriente en chorro, abreviatura de "corriente en chorro polar troposférica". La corriente en chorro es una corriente de aire en movimiento rápido que se encuentra en el área de la atmósfera donde ocurren las condiciones meteorológicas y vuelan los aviones. Se forma a lo largo de los límites entre el aire caliente y el frío y se vuelve más pronunciado durante el invierno, cuando las masas de aire del Ártico y de las latitudes medias contrastan con más fuerza entre sí.

Un vórtice polar alargado puede conducir a una corriente en chorro más ondulada con picos de latitud más altos y valles de latitud más bajos. Cuando se produce una depresión profunda en un área terrestre del hemisferio norte, esto trae aire frío del Ártico a latitudes más bajas y un clima inusual para esas áreas como regla general. Al mismo tiempo, los picos más altos traen aire más cálido de latitudes más bajas a latitudes más altas, lo que genera tiempo inusual en Alaska, el norte de Canadá o el norte de Eurasia.

Finalmente, El Niño-Oscilación del Sur (ENOS) es un ciclo oceánico caracterizado por años con condiciones de El Niño, neutrales o La Niña. El cambio entre El Niño y La Niña influye en la corriente en chorro de latitud media y, por lo tanto, en el clima. Quizás más famoso es El Niño, que se refiere a un calentamiento de las aguas orientales del Océano Pacífico ecuatorial, principalmente al oeste del norte de América Latina, lo cual lleva a un movimiento de aire ascendente. Este cambio está relacionado con la precipitación y la capa de nieve en California durante el invierno, así como con los patrones de precipitación en otras regiones.

El Niño tiende a crear una corriente en chorro subtropical de baja latitud que trae mucha humedad al sur de Estados Unidos y a la región del Atlántico Medio.

Las interacciones entre la corriente en chorro polar y la corriente en chorro subtropical determinan gran parte de las condiciones meteorológicas en Estados Unidos continental. Por ejemplo, California tiende a tener un invierno muy húmedo en un año de El Niño. Los años 2015 y 2016 fueron uno de los eventos de El Niño más fuertes desde 1997/98, y fue parcialmente responsable del poco usual calor de diciembre del 2015.

Podemos frenar el calentamiento global

Lo bueno es que tenemos la tecnología y las soluciones prácticas a mano para abordar eficazmente el calentamiento global. Una parte crucial de ese esfuerzo es la reducción significativa de la cantidad de emisiones que atrapan el calor que estamos lanzando a la atmósfera. Tú puedes ayudar.

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