La red eléctrica del futuro en California puede ser más limpia de lo que es hoy e igualmente confiable, sin muchas de las plantas de gas natural existentes.
California es líder global en energía limpia. Casi 30 por ciento de la electricidad del estado proviene de recursos renovables, y la mayoría de compañías de electricidad van camino o han alcanzado los objetivos a largo plazo de energía limpia.
A pesar de los avances, California todavía depende de las plantas de gas natural para satisfacer cerca de un tercio de la demanda de electricidad del estado. Estas plantas le dan flexibilidad a la red eléctrica, pero también producen contaminación del aire y emisiones asociadas al calentamiento global. Para alcanzar las metas climáticas trazadas para el 2030 y más allá tendremos que reducir nuestra dependencia del gas.
Para entender como sería una transición equitativa y ordenada para dejar el uso del gas natural atrás, UCS analizó las operaciones de 89 plantas de gas natural dentro del territorio manejado por California Independent System Operator, o CAISO—el mayor operador eléctrico del estado.
Encontramos que California no necesita construir plantas de gas adicionales en el territorio de CAISO para satisfacer las necesidades de energía o confiabilidad de la red proyectadas para el año 2030.
De hecho, 28 de las 89 plantas analizadas, y que representan casi un cuarto de la capacidad de generación eléctrica, podrían ser retiradas en el 2018 sin tener efectos negativos en la confiabilidad de la red eléctrica. Muchas de las plantas que podrían ser retiradas están ubicadas en comunidades desproporcionadamente afectadas por la contaminación del aire.
El gas natural hoy y mañana
Nuestro análisis muestra que cantidades significativas de energía eólica y solar pueden ser agregadas a la red eléctrica de California sin tener que construir plantas de gas adicionales para asegurar la confiabilidad de la red. A medida que la energía solar suple más energía durante el día, el gas natural suplirá menos. En muchos casos, las plantas de gas serán apagadas durante el día, y este cambio reducirá la contaminación asociada con el calentamiento global.
Sin embargo, la generación de energía solar decae con la puesta del sol. Sin alternativas limpias al atardecer, las plantas de gas operantes aumentarían la generación, y las plantas que han sido apagadas serían encendidas nuevamente. Las plantas de gas natural son mucho más sucias al arranque, y este aumento en el ciclo de apagado y encendido podría aumentar la contaminación del aire, empeorando la calidad del aire en comunidades adyacentes, a pesar de contar con una red eléctrica más limpia a nivel estatal.
California debe adoptar varias estrategias para evitar estas consecuencias y reducir su dependencia en la generación de gas, especialmente en la noche:
- Asegurar mayor eficiencia energética que reduzca la demanda nocturna.
- Mover la demanda eléctrica a horas cuando la luz solar es más abundante.
- Invertir en almacenamiento.
- Invertir en otras fuentes de energía renovable aparte de la solar para distribuir la generación de energía a todas las horas del día.
- Permitir más acceso a recursos de generación de energía limpia fuera del estado.
- Invertir estratégicamente en comunidades hoy en día afectadas para que tengan acceso a energía limpia y almacenamiento que abastezcan las necesidades locales.