Una política de “no ser el primero en usar armas nucleares” o (NFU, por sus siglas en inglés), significa que Estados Unidos se comprometería a no ser jamás la primera nación en usar armas nucleares en ningún conflicto, lo cual representaría un cambio en su política actual.
Actualmente, Estados Unidos no utilizará armas nucleares contra la gran mayoría de los países del mundo en ninguna circunstancia. La política estadounidense que ha estado en vigor por muchos años y que fué reafirmada en la Revisión de la Postura Nuclear (NPR por sus siglas en inglés) de 2018 de la administración Trump, dice que Estados Unidos "no usará ni amenazará con usar armas nucleares contra estados sin armas nucleares que sean parte del TNP [Tratado de No Proliferación Nuclear] y en cumplimiento de sus obligaciones de no proliferación nuclear "; este compromiso cubre más de 180 países (OSD 2018). Esta política se conoce como "garantía de seguridad negativa".
Sin embargo, China, Rusia y Corea del Norte no caen bajo la garantía negativa de seguridad de Estados Unidos. China y Rusia son estados con armas nucleares bajo el TNP, y Corea del Norte se retiró del tratado en el 2003 y realizó su primera prueba nuclear en 2006.
Esto significa que podrían ser objetivos de armas nucleares estadounidenses, incluido el lanzamiento de armas por parte de Estados Unidos contra ellos primero.
Cabe aclarar sobre el panorama actual que la NPR de la administración Trump ha ampliado significativamente la definición de "extremo". Tanto la NPR de la administración Obama como la de Trump afirman que Estados Unidos "solo consideraría el uso de armas nucleares en circunstancias extremas para defender los intereses vitales de Estados Unidos o de sus aliados y socios".
Sin embargo, la versión de Obama declaró que el uso se limitaría a "un rango estrecho de contingencias" y enfatizó que el objetivo era de continuar "reduciendo el papel de las armas nucleares en la disuasión de ataques no nucleares, con el objeto de que la disuasión de los ataques nucleares contra Estados Unidos o nuestros aliados y socios sea el único propósito de las armas nucleares estadounidenses".
Eliminar el uso de armas nucleares excepto como medida de represalia podría reducir esta presión, lo que ayudaría a ralentizar el cronograma en una crisis y permitiría a los tomadores de decisiones más tiempo para explorar otras soluciones en lugar de escalar rápidamente el conflicto.
La NPR de Trump amplía la definición de "circunstancias extremas", diciendo que estas "podrían incluir importantes ataques no nucleares. Los ataques no nucleares importantes incluyen, entre otros, ataques contra aliados estadounidenses o su población civil o infraestructura asociada, y ataques contra las fuerzas nucleares de EE. UU. o las de sus aliados, sus estructuras de mando y control, o la evaluación de advertencias y ataques". Esto podría incluir ataques cibernéticos como una razón válida para el uso de armas nucleares, según la política estadounidense.
Comprometerse a no ser el primero en usar armas nucleares
Una política de “no ser el primero en usar” armas nucleares significa que Estados Unidos se comprometería a jamás ser el primero en usar armas nucleares, ya sea como primer ataque (es decir, un ataque sorpresa no provocado), como un movimiento de escalada en un conflicto convencional, o en respuesta a un ataque no nuclear.
La única situación en la que Estados Unidos usaría armas nucleares sería en respuesta a un ataque nuclear confirmado contra sí mismo o sus aliados.
¿Cuál es la diferencia entre una declaración de "no ser el primero en usar" armas nucleares y una declaración del "único propósito" de armas nucleares?
La política de "no ser el primero en usar" armas nucleares y una declaración del "único propósito" de armas nucleares son esencialmente la misma cosa. En una declaración del “propósito único”, un país declara que el único propósito de sus armas nucleares es disuadir a otros países de usar tales armas o el de responder a un ataque nuclear de otro país. Tal promesa descartaría el uso de armas nucleares primero.
¿Cómo la adopción de “no ser el primero en usar armas nucleares” (NFU) haría de Estados Unidos un país más seguro?
El mantener la opción de usar armas nucleares primero es peligroso para Estados Unidos por muchas razones. Si el presidente decidiera cruzar el umbral y usar armas nucleares primero contra un adversario que posee armas nucleares (Rusia, China o Corea del Norte), es casi seguro que esos países tomarían represalias lanzando armas nucleares, ya sea directamente contra Estados Unidos o contra sus aliados. Por lo tanto, mantener una opción de primer uso aumenta la posibilidad de un ataque catastrófico contra el público estadounidense.
Además, si a un adversario con armas nucleares le preocupara que Estados Unidos pudiera usar sus armas nucleares primero en una crisis, eso podría aumentar el incentivo del adversario para lanzar un ataque nuclear primero bajo el principio de "usado o perdido", que es el temor de que, si Estados Unidos atacara primero, podría acabar con el arsenal nuclear del adversario. Este tipo de pensamiento crea presión para usar estas armas antes de que se pierdan.
Eliminar el uso de armas nucleares excepto como medida de represalia podría reducir esta presión, lo que ayudaría a ralentizar el cronograma en una crisis y permitiría a los tomadores de decisiones más tiempo para explorar otras soluciones en lugar de escalar rápidamente el conflicto.
Una política de NFU también reduciría la preocupación en torno a que el presidente de Estados Unidos tenga autoridad exclusiva para ordenar un ataque nuclear, ya que estas preocupaciones se han centrado principalmente en una posible orden para iniciar el uso de armas nucleares en una crisis. Una política de NFU eliminaría la opción del presidente de ordenar el uso de armas nucleares, excepto como represalia por un ataque nuclear.
También vale la pena tener en cuenta que Estados Unidos ya tiene una política de “no ser el primer en usar” armas nucleares que se aplica a la gran mayoría de los países del mundo. La razón fundamental de esa promesa es asegurar a los países sin armas nucleares que no necesitan tenerlas para disuadir un ataque nuclear en su contra. Esto beneficia a la seguridad de Estados Unidos al minimizar el número de adversarios potenciales con armas nucleares con los que tiene que lidiar.
Aparentemente, Estados Unidos piensa que la mayoría de los países del mundo creen en su promesa y cree que es seguro prometer NFU con respecto a estos países.
¿Hay otros países que tengan políticas de “no ser el primero en usar” armas nucleares?
China ha tenido una política incondicional de “no ser el primero en usar” armas nucleares desde que desarrolló armas nucleares por primera vez en el 1964, y ha reafirmado repetidamente esa posición, más recientemente en un informe técnico sobre defensa nacional publicado por el Ministerio de Defensa en julio del 2019. Aunque algunos críticos digan que esta política tiene poco valor porque es meramente declarativa y podría cambiar, China utiliza sus fuerzas nucleares de una manera que es consistente con una política de NFU. A diferencia de Estados Unidos y Rusia, China almacena sus ojivas nucleares por separado de sus misiles. Se necesitaría tiempo para acoplar las ojivas a los misiles antes de que China pudiera lanzar un ataque, por lo que es poco probable que un ataque nuclear chino sea una sorpresa.
Rusia tuvo una política de “no ser el primero en usar” armas nucleares desde el 1982 hasta el 1993, cuando cambió su política por temor a que sus debilitadas fuerzas convencionales ya no pudieran disuadir a Estados Unidos sin la amenaza del uso de armas nucleares. En el 2003, India adoptó una política condicional de “no ser el primero en usar armas nucleares” por medio de la cual se reserva el derecho de usar armas nucleares si las fuerzas indias son atacadas con armas biológicas o químicas.