Políticas sobre los impactos acumulativos

Un enfoque prometedor para la protección del medio ambiente

Publicado 16 de octubre del 2024

Una casa color rosa y auto rojo al lado de una refinería
An active oil refinery located next to a single family home in Wilmington, California on September 21, 2022.
Allison Dinner/Getty Images

Los impactos acumulativos describen las múltiples exposiciones a los contaminantes y las fuentes de contaminación a las que constantemente estamos expuestos. Las políticas de impactos acumulativos son una herramienta vital para garantizar que nuestras políticas en materia de contaminación protejan equitativamente a todos.

Acerca del texto en español

La Guía comunitaria sobre los impactos acumulativos se elaboró y redactó en inglés y luego se tradujo al español. En esta página web proporcionamos muchos enlaces a otros recursos útiles, algunos de los cuales aparecen en español, pero al no estar disponibles en español, aparecerán en inglés.

Las políticas ambientales y de salud de Estados Unidos actualmente regulan un contaminante y una fuente de contaminación a la vez. Pero en el mundo real nadie se expone a un contaminante de una sola fuente a la vez. Más bien, todos estamos expuestos a varias sustancias químicas nocivas a través de diversas rutas: desde los productos que utilizamos en nuestros hogares y lugares de trabajo, hasta las fuentes de contaminación de nuestros vecindarios, pasando por la contaminación heredada, a menudo impulsada y exacerbada por el racismo sistémico y las políticas públicas injustas. Estas sustancias químicas pueden acumularse en el aire, el agua, el suelo y la cadena alimentaria de nuestras comunidades y causar un mayor daño del que causarían los contaminantes por sí solos.

¿Qué son los impactos acumulativos?

Los impactos acumulativos describen las múltiples exposiciones a los contaminantes y las fuentes de contaminación a las que constantemente estamos expuestos. Para entender los impactos acumulativos, considere la analogía de una cita con el médico. Si usted tiene dolor de garganta, podría acudir a una clínica, realizarse una prueba rápida de estreptococos y luego regresar a casa con antibióticos. Así es como funcionan esencialmente la mayoría de las protecciones ambientales, las cuales abordan un problema a la vez. Este enfoque puede funcionar adecuadamente, pero sólo si usted tiene acceso a la asistencia médica, no tiene padecimientos subyacentes que pudieran causar complicaciones adicionales, no ha tenido infecciones recurrentes por estreptococos y no tiene otros problemas que tratar, como por ejemplo un esguince de tobillo o dolores de cabeza frecuentes.

Por el contrario, una decisión reguladora informada por los impactos acumulativos requeriría que su médico considere su historial médico completo, coordine el tratamiento para asegurarse de que no le envíen a cuatro clínicas diferentes, tome en cuenta las interacciones de los medicamentos y le realice una serie de pruebas lo suficientemente completas como para asegurarse de que usted se vaya a casa lo más sano posible.

En la toma de decisiones ambientales frecuentemente tenemos evidencias contundentes de que nos enfrentamos a algo más que al equivalente a una simple infección de garganta por estreptococos. Por eso necesitamos adoptar un enfoque más amplio y sistémico.

Políticas discriminatorias

En lo que respecta a la contaminación, una de las raíces del problema son las décadas de políticas y prácticas racialmente discriminatorias, desde el nivel federal al local, las cuales siguen influyendo en la ubicación de las fuentes de contaminación. La política conocida como "redlining" es un buen ejemplo. Durante la década de 1940, el gobierno estadounidense elaboró mapas para orientar las prácticas de concesión de préstamos hipotecarios en los mercados inmobiliarios locales de todo el país.

En realidad, estos mapas designaban a las zonas con una mayor proporción de personas de color como áreas más "peligrosas" (a menudo delineándolas en rojo, de ahí el nombre de "redlining"). Incluso hoy en día, estas políticas siguen influyendo en las decisiones de zonificación y concesión de permisos y son responsables, al menos parcialmente, de que muchas fuentes de contaminación industrial y vialidades principales se encuentren muy cerca de las comunidades de color.

La conclusión es la siguiente: las fuentes de contaminación ambiental no están espaciadas uniformemente y no operan de forma aislada debido en gran parte a las prácticas discriminatorias históricas. Nuestro sistema de reglamentación ambiental debe reflejar estas realidades para proteger adecuadamente la salud pública.

¿Qué son las políticas sobre los impactos acumulativos?

Las políticas sobre los impactos acumulativos pretenden abordar, y a fin de cuentas eliminar, las cargas históricamente injustas de la contaminación al tomar en cuenta las exposiciones de la vida real, reducir los estresores para la salud de la comunidad y adoptar un enfoque más holístico en la toma de decisiones ambientales. Cada vez hay más datos científicos que respaldan la necesidad de afrontar los daños causados por la exposición a múltiples contaminantes procedentes de múltiples fuentes que se acumulan con el tiempo. Estos son algunos de los conceptos clave:

Una gráfica mostrando las rutas de contaminación en una comunidad
Unión de Científicos Conscientes

Las personas están expuestas a múltiples sustancias químicas

La ciencia de la exposición a sustancias estudia como los seres humanos entramos en contacto con factores ambientales ya sea al ingerir, respirar o tocar, y sus efectos en el cuerpo. Los científicos miden las exposiciones utilizando herramientas como sensores de aire, entre otros métodos. El conjunto total de exposiciones a contaminantes a los que una persona está sometida a lo largo de su vida se denomina "exposoma". Es posible medir varios compuestos y sustancias químicas en las personas como biomarcadores que cambian a lo largo de su vida, además de que se pueden detectar los niveles de diferentes sustancias químicas por las exposiciones ambientales.

Las exposiciones ocurren a través de diferentes rutas

Los científicos especializados en la exposición ambiental han documentado que las personas entran en contacto con las sustancias químicas ambientales a través del contacto con la piel, la ingestión y la respiración. Al estudiar la combinación de todas estas rutas, han podido comprender mejor dichas exposiciones.

La contaminación no se distribuye por igual

Los estudios científicos que utilizan los datos del censo de Estados Unidos para analizar la geografía de las fuentes de contaminación y de las personas han demostrado en repetidas ocasiones que la contaminación no se distribuye por igual, ni geográficamente ni en la población de Estados Unidos. En la mayoría de los casos, se ha medido y modelado una mayor carga de contaminación en las comunidades de bajos ingresos y en las comunidades de color.

Más de la mitad de las personas en Estados Unidos que viven a menos de tres kilómetros de distancia de una instalación de residuos peligrosos son personas de color. Además, los científicos han descubierto que las disparidades en la exposición a la contaminación son más extremas en las áreas donde hay una mayor segregación residencial racial.

Acumulación de contaminantes

Los contaminantes ingresan a nuestro cuerpo y luego se metabolizan o eliminan a través de la respiración, el sudor u otros procesos. Los contaminantes que permanecen en el cuerpo de las personas suelen llamarse "carga contaminante". Nuestros cuerpos retienen algunos contaminantes durante largos periodos de tiempo, y a veces los contaminantes se acumulan con el paso del tiempo (un proceso llamado "bioacumulación"). Además, es posible que comamos animales o plantas que han acumulado contaminación a través de la cadena alimentaria (un proceso llamado "biomagnificación").

La exposición a las mezclas puede ser peor que la exposición a sustancias químicas individuales

Muchos científicos han descubierto que las dosis de múltiples sustancias químicas pueden tener impactos adversos diferentes y a veces mayores que las dosis de las sustancias químicas individuales por sí solas (algunos ejemplos incluyen estudios sobre disruptores endocrinos, impactos cancerígenos y desarrollo neurológico).

Hoy en día, la reglamentación de las sustancias químicas en Estados Unidos generalmente se realiza comparando la exposición a una sustancia química individual con un nivel que se determinó que tiene un impacto escaso o nulo dentro de un margen de seguridad, tal como un "Nivel sin efectos adversos observados". Pero hay evidencias que demuestran que la exposición a múltiples sustancias químicas, todas ellas individualmente por debajo de estos umbrales, puede tener un impacto total mayor de lo que se podría esperar con una respuesta aditiva.

Una gráfica mostrando los impactos de polución.
Unión de Científicos Conscientes

El estrés crónico y la adversidad social pueden empeorar los resultados de la exposición a las sustancias químicas

Cada ser humano se ve afectado de manera diferente por las exposiciones químicas. Esta variabilidad puede deberse a factores intrínsecos e extrínsecos. Hay algunas evidencias que indican que las poblaciones con condiciones sociales adversas tienen peores resultados o recuperaciones más largas derivadas de las exposiciones químicas ambientales.

Dicho de otra manera, las exposiciones químicas junto con el estrés psicosocial, el estatus socioeconómico, el ruido, las disparidades raciales y los traumas a lo largo de la vida, entre otros factores, se han relacionado con peores resultados de salud en comparación con las exposiciones químicas por sí solas. Hay apoyo científico y metodologías existentes para considerar la variabilidad humana en la vida real a la hora de evaluar los efectos de múltiples estresores ambientales, sociales y económicos.

Más información en nuestro conjunto de herramientas sobre impactos acumulativos

Es el momento para un enfoque más holístico

Aunque aún queda mucho trabajo por hacer, las organizaciones de justicia ambiental y los grupos comunitarios, así como las unidades de gobierno locales y estatales, han realizado avances significativos hacia un sistema que aborde los impactos acumulativos. Durante los últimos años ha habido una serie de novedades importantes en el ámbito de los impactos acumulativos, tanto a nivel estatal como municipal.

California desarrolló un programa llamado CalEnviroScreen que integra varias cargas ambientales y de salud para orientar la asignación de recursos del estado. En Minnesota, las organizaciones vecinales y de base ayudaron a presionar a la legislatura estatal para que promulgara una ley en el 2023 a fin de requerir que se tomen en cuenta los impactos acumulativos durante el proceso de concesión de permisos.

En respuesta a los esfuerzos de activismo incansable y estratégica durante varias décadas, la legislatura de Nueva Jersey aprobó una Ley de Justicia Ambiental a nivel estatal que requiere que el departamento de protección ambiental del estado (NJDEP) evalúe los impactos ambientales y de salud pública de ciertas instalaciones en las comunidades sobrecargadas a la hora de evaluar las solicitudes de permisos. Otros estados están en proceso de seguir su ejemplo, entre ellos Colorado, Connecticut, Massachusetts y Nueva York.

Para hacer frente y revertir las desigualdades históricas en materia de salud, necesitamos un sistema reglamentario que aborde al menos algunos aspectos de los impactos acumulativos a nivel federal. Eso significa seguir instando a las agencias federales a que escuchen a sus asesores de justicia ambiental, como aquellos del Consejo Asesor Nacional sobre el Medio Ambiente (NEJAC) y el Consejo Asesor sobre Justicia Ambiental de la Casa Blanca (WHEJAC), así como a expertos externos en justicia ambiental. Juntos podemos trabajar hacia un marco que incluya políticas de impactos acumulativos como una herramienta vital para garantizar que nuestras políticas en materia de contaminación protejan equitativamente a todos.

Más información en nuestro conjunto de herramientas sobre impactos acumulativos

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